Los robots industriales no son nada nuevo. Cohabitan con los trabajadores humanos desde hace años en las fábricas de automóviles, de dispositivos electrónicos, en las centrales nucleares y en muchas más instalaciones en las que se llevan a cabo procesos críticos o que requieren una alta eficiencia. Hasta ahora los robots se usaban sobre todo para manejar grandes cargas y llevar a cabo tareas que conllevan algún peligro para los seres humanos o que requieren una precisión extrema. Pero parece que ya están entrando en competencia directa con los operarios humanos.
Robots industriales en fabricación en China.
Actualmente China es el mayor fabricante de robots industriales del planeta. Y también el país que más máquinas de este tipo consume. De hecho, el gigante asiático espera tener en 2016 más robots en sus fábricas que cualquier otro estado. Lo interesante es que muchos economistas están prediciendo, parece que de una forma bastante razonable, que esta automatización exacerbada influirá negativamente en la creación de puestos de trabajo, especialmente en los países de Asia, África y Latinoamérica que están apostando por los robots.
En cualquier caso, los robots industriales también tienen muchas cosas buenas. Como he mencionado antes, pueden llevar a cabo tareas peligrosas, evitando que las asuman los seres humanos; incrementar la producción drásticamente, lo que suele provocar un descenso de los precios; llevar a cabo procesos que requieren una enorme precisión, etc. Además, la Federación Internacional de la Industria de la Robótica ha confirmado que las nuevas tecnologías permiten fabricar robots industriales más baratos y fáciles de utilizar. Parece inevitable que este escenario provoque que las fábricas estén cada vez más automatizadas.
Foxconn prepara una legión de robots.
Al parecer, una de las compañías asiáticas que está apostando por los robots industriales con más contundencia es Foxconn. A principios de este año esta empresa aprovechó la celebración de un evento en China para enseñar sus nuevos robots, y, de paso, confirmar que piensa utilizarlos para ensamblar los futuros iPhone, y muchos otros dispositivos electrónicos.
Hasta ahora, como hemos visto en multitud de ocasiones en los vídeos y las fotografías que se han filtrado, Foxconn ha recurrido a una legión de operarios para llevar a cabo estas tareas, aunque en determinados procesos usa robots desde hace tiempo. Pero parece que su estrategia a medio plazo pasa por reemplazar personas por robots. Y es evidente que no será la única empresa que optará por esta solución para incrementar la producción. Eso sí, las personas seguimos siendo imprescindibles para diseñar los robots. De momento.
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